El fotógrafo polaco Jędrzej Nowicki se ha alzado con el Premio Internacional de Fotografía Humanitaria Luis Valtueña en el año de su 25º aniversario. Concedido por la ONG Médicos del Mundo, que lo creó en recuerdo a sus cooperantes asesinados en los años 90, el concurso confirma su carácter global con una terna de autores procedentes de cuatro países distintos y trabajos llegados de más de 90.
Nowicki ha resultado ganador con su propuesta The Scars (Las cicatrices), sobre la represión de las protestas de 2020 en Bielorrusia contra el régimen del presidente Lukashenko. Se trata de heridas físicas y psicológicas infligidas sobre cientos de personas y a la vez habla de cicatrices que ahondan en la división social de un país. Los protagonistas de esta serie son opositores al régimen, familiares de personas torturadas y encarceladas, pero también jóvenes soldados arrastrados a un conflicto que nunca quisieron.
El jurado ha valorado su novedosa aproximación gráfica al conflicto y las diferentes aristas que explora, huyendo de la obviedad, además de su brillante edición, que aporta si cabe más fuerza al mensaje.
“Me siento personalmente conectado con los valores de Luis Valtueña y el enfoque del Premio hacia los derechos humanos”, ha manifestado el ganador del certamen al recibir la noticia en Varsovia.
Han resultado finalistas el fotógrafo italiano residente en Perú Alessandro Cinque, el venezolano afincado en México Alejandro Cegarra y el francés Jérémy Lempin. Cinque, con su trabajo Peru, a Toxic State (Perú, un Estado tóxico), muestra las consecuencias de la minería sobre el medio ambiente y las comunidades indígenas en el país que es el principal productor de oro, plata y plomo de América Latina. Cegarra habla en The Two Walls (Los dos muros) de la militarización de la frontera entre Guatemala y México para impedir el avance de las caravanas migrantes centroamericanas, mientras que Lempin, con su original Doctor Peyo and Mister Hassen, relata la historia llena de frescura de un caballo de competición reconvertido en “terapeuta” para personas gravemente enfermas.
«Siento una gran alegría de saber que hay espacio para la fotografía que trata de humanizar y dignificar a los migrantes», nos traslada Alejandro Cegarra al recibir la llamada de Médicos del Mundo.
A Cinque la noticia le pilló trabajando en el Amazonas ecuatoriano, lo que refrenda su interés por la vida de las comunidades indígenas. Dijo sentirse orgulloso de que gracias a su trabajo «los problemas de las comunidades indígenas serán visibles en el país y en todo el mundo».
Por su parte, Lempin quiere dedicar este reconocimiento «a todos los cuidadores, héroes cotidianos que trabajan a veces en condiciones difíciles«.
Récord de candidaturas en la 25ª edición del certamen
A esta edición se han presentado 808 candidaturas (6.979 imágenes), todo un récord para el certamen, con 100 trabajos más que el año anterior, que ya había sido el de mayor convocatoria. Se han recibido series fotográficas de 94 países. Por este orden, el mayor número procede de España (103), Brasil (74), Irán (74), India (65), Rusia (42), México (36), Estados Unidos e Italia con 31, Bangladés (28) y Colombia (26). De nuevo la participación de mujeres se quedó en un 30%.
El ganador obtendrá una dotación directa de 6.000 euros, una cámara fotográfica Leica Q2 valorada en más de 5.000 €, aportada por la empresa patrocinadora Leica Camera Iberia y 10 fotolibros editados por La Fábrica.
Un jurado internacional de altura
El jurado de esta edición ha contado con fotoperiodistas en activo, editores gráficos y comisarios, que han cedido su tiempo y sus conocimientos desinteresadamente en favor del certamen. El jurado de la XXV edición ha estado compuesto por Alessandra Sanguinetti (Estados Unidos), Ana María Arévalo (Venezuela), Claudi Carreras (España), Fiona Shields (Reino Unido), Francisco Carrasco (España) y Susana Vera (España). Han visionado las imágenes de manera ciega, sin identificar a sus autores hasta el final del proceso.