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María Clauss se alza con el 26º Premio Luis Valtueña con un trabajo que visibiliza nuestra memoria histórica


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Si tuviéramos que elegir un adjetivo para describir la edición de este año de nuestro Premio Luis Valtueña, sería histórica. Por un lado, por la temática de la serie ganadora, Donde no habite el olvido, de la fotógrafa española María Clauss que nos invita a través de su objetivo a hacer memoria (histórica) y a visibilizar un pasado tan olvidado como es el de los represaliados por la Guerra Civil española. La segunda razón es porque -por primera vez en la historia del Premio- una mujer se ha alzado con el máximo galardón.

La ganadora María Clauss nos invita con su trabajo a hacer un ejercicio de memoria y reconstrucción del pasado. En este viaje por el tiempo, no solo retrata lugares clave de la provincia de Huelva, sino que recoge testimonios en primera persona como el de Juan, Dominga o Antonio. Precisamente este relato -además de su cuidada edición- es lo que ha conquistado a las personas que han formado parte del jurado de esta edición y destacan la importancia de visibilizar una realidad cercana pero invisible que afecta a miles de familias y cuyo daño aún no ha sido reparado.

“El Premio Luis Valtueña es el escaparate internacional que evidencia la importancia de la fotografía como instrumento de transformación social. Cada imagen premiada o reconocida es y ha sido un llamamiento a tomar conciencia colectiva para hacer un mundo más justo, inclusivo y sostenible. Este premio me carga de energías para convencerme que me dedico a la mejor profesión del mundo”, afirmaba María Clauss tras recibir la noticia.

A esta edición se han presentado 733 candidaturas (6531 imágenes) y se han recibido series fotográficas de 94 países. Por este orden, el mayor número procede de España (79), Italia (60), India (48), Irán (41), Rusia (41), Francia (31), EE UU (27), Alemania (25), Argentina (24) y Bangladesh (24). La ganadora obtendrá una dotación directa de 6.000 euros.

Tres finalistas y una mención especial

Con su trabajo, Red Black White, la fotógrafa armenia Nazik Armenakyan pone el foco en otra realidad invisible: la de las mujeres de su país con VIH -contraído a causa de sus maridos-. Ellas, son además doblemente víctimas ya que, debido a la tradición, las costumbres o la religión, no pueden hablar de lo que están viviendo.

La peligrosa travesía del Paso del Darién -una escarpada selva entre Sudamérica y Centroamérica- ha sido la temática elegida por el fotógrafo colombiano Federico Ríos y que ha resultado finalista en esta edición. Migrantes atravesando el Tapón del Darién relata los peligros y obstáculos a los que cada año miles y miles de personas, en su mayoría procedentes de Venezuela, se enfrentan para alcanzar el sueño americano.

Santi Palacios, otros de los finalistas, nos lleva a Bucha, ciudad ucraniana tristemente famosa por ser símbolo de las vulneraciones de derechos perpetradas durante este conflicto armado. La masacre de Bucha recoge las sensaciones e imágenes inmediatamente después de la salida de las tropas rusas de esta ciudad y documenta un escenario en el que es visible el rastro de crímenes de guerra.

“En Bucha la población civil sufrió un mes de ocupación militar de las tropas rusas y en Bucha las tropas rusas cometieron crímenes de guerra: violaron, torturaron y asesinaron a cientos de vecinos y vecinas de la ciudad. Estas fotografías recogen escenas que nunca se deberían haber producido y agradezco esta oportunidad para exponerlas, que sean vistas y que contribuyan a que no olvidemos lo que sucedió”, destaca Santi Palacios.

El jurado además este año ha querido otorgar una mención especial al trabajo Jódete Cáncer de la fotógrafa mexicana Sáshenka Gutiérrez. La serie muestra la historia de Sandra, una superviviente de cáncer a la que hicieron una doble mastectomía debido a la enfermedad y que decidió no hacerse una reconstrucción mamaria. A través de su relato, visibiliza las cicatrices de esta enfermedad y cuestiona los estándares de belleza de la sociedad actual.

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Una edición con un marcado protagonismo femenino

El fotoperiodismo, como en muchas otras disciplinas, ha estado tradicionalmente protagonizado por grandes nombres en masculino. Pero algo está cambiando. En estos 26 años de andadura del Premio Internacional de Fotografía Humanitaria Luis Valtueña, hemos sido testigo de cómo las mujeres han ido conquistando poco a poco también este terreno.

Muestra de ello es esta 26º edición, en la que se ha mantenido el porcentaje de participación femenina del año pasado -más del 30%, una cifra superior al de otros certámenes internacionales- y donde, por primera vez en la historia del Premio, una mujer se ha erigido con el máximo galardón. Uno de los trabajos finalistas y la mención especial del jurado también han sido abanderados por mujeres.

Un jurado de altura

Un año más, el Premio Internacional de Fotografía Humanitaria Luis Valtueña ha contado con reputados profesionales del ámbito del fotoperiodismo que han cedido su tiempo y conocimientos de forma desinteresada en favor del certamen. El jurado de la 26º edición ha sido compuesto por los fotoperiodistas Emilio Morenatti, Rodrigo Abd y Walter Astrada; las fotógrafas documentales Carole Alfarah y Lurdes R. Basolí; y el coordinador general de Médicos del Mundo, Fran Carrasco.

Exposición y entrega de premios

La exposición de las obras ganadoras y la entrega de premios se realizará a mediados de 2023 y, posteriormente, las imágenes premiadas recorrerán distintas ciudades españolas.