Pies de foto
  • Compartir:

Sergei Stroitelev

La casa de la luz


Presentación

¿En qué piensas cuando oyes la palabra centro de cuidados paliativos? ¿Quizá en la muerte? Niños y niñas mueren en los centros de cuidados paliativos. Es un hecho. Sin embargo, el personal del Hospital Infantil de San Petersburgo intenta iluminar la vida de niños y niñas con enfermedades terminales y ayudar a sus familiares a sobreponerse al estrés. Es lo que se conoce como cuidados paliativos (del Latín pallium – velo). Se trata de un sistema de medidas encaminadas a garantizar la máxima calidad de vida posible de pacientes en fase terminal.

El Hospital Infantil de San Petersburgo es un lugar excepcional por ser el único centro médico en Rusia que proporciona una gama completa de cuidados paliativos que engloban atención médica, psicológica, social y espiritual. Con una plantilla de 40 personas, el hospital ha atendido a un total de 200 familias desde 2006.

En el Hospital Infantil de San Petersburgo, la palabra “cuidados” se sustituye por la palabra “amor” y todas las personas implicadas en la terapia ponen el acento en la vida, la felicidad y el confort de los niños y niñas.

Cuando un niño o una niña fallece en La casa de la luz, se enciende una gran vela y la familia, junto con el personal, puede despedirse de su hijo o hija, en una sala especial, la “habitación de la tristeza”. En 2015, la vela se encendió 18 veces… Durante los dos meses que visité el hospital, estuve documentando la vida de cinco familias. Estas 10 fotografías son la esencia de un proyecto mayor.

Hasta el momento han fallecido dos de los cinco niños y niñas que he fotografiado.

Entrevista a Sergei Stroitelev

Biografía

Sergei Stroitelev (San Petersburgo, Rusia, 1985) Fotógrafo freelance especializado en fotografía documental y colaborador habitual de National Geographic Rusia, VICE Reino Unido/EE.UU., lenta.ru, RIA Novosti, Kommersant Photos o Getty Images.

En 2014 se graduó en la Escuela de Fotoperiodismo U.A. Galperin. Su proyecto fin de carrera, sobre la revolución en Kiev, es galardonado como el mejor de su promoción.

Entre 2014 y 2015 pasó 10 meses en Nepal cooperando con distintos organismos como la Cruz Roja nepalí o el Nepal Leprosy Trust, trabajando en proyectos sobre derechos humanos en el país: niños y niñas seropositivos, discriminación de personas afectadas por la lepra, trata de seres humanos... En 2015 cubrió las secuelas del terremoto en Nepal y la crisis migratoria en Europa.

Ha sido galardonado en numerosos concursos internacionales, como los Humanity Photo Awards 2015, donde obtuvo el premio especial del jurado, y ha sido ganador del festival de jóvenes fotógrafos rusos en 2014 y 2015, así como del premio Golden Pen en la categoría “Foto del Año” 2014 y 2015.