Presentación
En 1975, con Franco en su lecho de muerte, tropas marroquíes y mauritanas invadieron el Sáhara Occidental —con el consentimiento de España— para dividir la entonces colonia española. Desde su partida del Sahara Occidental en 1975, dos generaciones de saharauis nacieron y viven una existencia indigente en los inhóspitos y descoloridos campos de refugiados de Tinduf, Argelia. Allí los saharauis permanecen en un estado de perpetua provisionalidad.
Aproximadamente 150.000 saharauis viven en campos de refugiados cerca de la ciudad fronteriza de Tinduf. Estos campos están ubicados en el “jardín del diablo”, una sección de la hamada argelina barrida por el siroco, donde la temperatura puede subir hasta los 55 grados. Aunque han sido capaces de organizarse en los campos y conseguir un acceso limitado a la educación y a la salud, el pueblo saharaui depende de la ayuda internacional, que cada año es menos segura. Informes del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados advierten de que los fondos están bajo mínimos.
Entre mayo y junio de 2007 pasé un mes en los campos de refugiados de Smara y Dakhla, documentando la vida de los saharauis. Me fijé especialmente en los niños y niñas que crecen en las peores condiciones. Según el Programa Mundial de Alimentos, el 44% de las personas de menos de 5 años sufren de anemia, igual que la mitad de sus madres. Cerca del 35% de los niños y niñas sufre de malnutrición crónica y otro 10% de malnutrición aguda, lo que explica las señales evidentes de crecimiento atrofiado.
Para mi sorpresa y teniendo en cuenta las condiciones en que viven, los niños y niñas saharauis son increíblemente afectuosos y juguetones, como cualquier otro niño del mundo. Esta es su historia. Los niños de las nubes.
Biografía
Es un fotógrafo independiente con sede en España. Disponible para encargos en todo el mundo, desde Madrid (mi ciudad natal) tiene muy fácil acceso a toda España, Portugal, el sur de Europa y el Mediterráneo. Está especialmente interesado en la fotografía editorial y documental, la fotografía de viajes y la fotografía con enfoque humanitario.
Entre sus clientes se encuentran The New York Times, The Wall Street Journal, la revista de fin de semana The Guardian, la revista de fin de semana Le Monde, The Washington Post, El País, Courrier International, la BBC, Libération y Asian Geographic, entre muchos otros. También ha trabajado para organizaciones como los Juegos Olímpicos (Londres 2012) y numerosas ONG internacionales como Médicos Sin Fronteras, CARE, Heifer y World Animal Protection.
Ha expuesto su trabajo en Europa y Estados Unidos, incluida una exposición individual sobre el pueblo saharaui en el Congreso de Estados Unidos en Washington DC. Se graduó en la Universidad de Georgetown (Relaciones Internacionales y Desarrollo) y en la Escuela de Fotografía de Washington. Habla con fluidez inglés, español, francés, portugués e italiano. Cuando no está en misión, trabaja en un proyecto personal a largo plazo sobre el rugby, su pasión (o una de ellas).
Suscribe la definición de fotografía de Henri Cartier-Bresson: "Hacer fotografías es alinear la cabeza, el ojo y el corazón".