Presentación
Migrantes de Myanmar que viven en el vertedero. En la frontera entre Tailandia y Myanmar, la antigua Birmania, el pueblo de Mae Sot se ha convertido en un refugio para numerosas familias inmigrantes birmanas. Miles de personas de Myanmar cruzan la frontera para escapar de uno de los regímenes más crueles e injustos que quedan en el mundo. Muchas lo hacen por razones económicas o para escapar de las extremas condiciones de pobreza o de los trabajos forzados impuestos por el Ejército birmano. Otras, son refugiadas que huyen del actual conflicto armado.
Según datos oficiales, al menos dos millones de ciudadanos y ciudadanas birmanos se encuentran trabajando en Tailandia. Al menos tres cuartas partes de ellas lo hacen sin contar con los permisos necesarios. Cuando llegan a Tailandia, muchas establecen poco contacto con grupos sociales birmanos que podrían ayudarles a encontrar alojamiento adecuado y trabajo, ya sea por desconocimiento o por miedo debido a su condición administrativa irregular. Esto limita gravemente sus opciones y obliga a muchas personas a vivir en un gran vertedero, a las afueras de Mae Sot.
A pesar de las condiciones de inmundicia e insalubridad que deben soportar, las personas que viven en el vertedero encuentran ahí una oportunidad de lograr un sueldo más alto que el que recibirían en Myanmar. A través de la recolección de materiales reciclables, se pueden ganar hasta 100 bahts (2,5 €) al día. En la actualidad, aproximadamente unas 50 familias viven en chozas de bambú construidas sobre montañas de deshechos.
Antes de llegar al vertedero, los deshechos ya han pasado por un doble proceso de criba, lo cual dificulta la labor a estas familias a la hora de encontrar material vendible. La mayor parte de los residuos útiles es seleccionada en la planta de reciclaje privada, situada a unos cientos de metros del vertedero, dejando pocos restos que la pequeña comunidad pueda utilizar. Vivir y trabajar en la planta, incluso sin contrato, es considerado un privilegio. Cuando las personas residentes del vertedero encuentran algo útil, suelen acabar vendiendo el material a las tiendas tailandesas de Mae Sot, o al otro lado de la frontera, en Myawaddy, Myanmar.
Biografía
Vincenzo Floramo nació en Trieste, Italia, en 1968. Después de completar sus estudios en el Instituto Técnico Industrial, emprendió una vida nómada entre Asia, América del Sur, Norteamérica y Europa, que aún continúa.
En 2002 trabajó como ayudante de fotografía para Uta Tabea Marten, en Berlín, Alemania, y en 2004 estudió en la escuela de fotografía Metrópolis en Madrid, España.
En los últimos años ha pasado la mayor parte de su tiempo en India y Tailandia, donde se ha involucrado con varios grupos. En Tailandia pasa largos periodos viviendo en los campos de personas refugiadas, conociendo y fotografiando a la población birmana que allí residía. A través de este proyecto colabora con la revista de Amnistía Internacional en Dinamarca, Rearviewmirror Magazine, y expone sus fotografías en Barcelona y Madrid. En la India se involucra profundamente en las costumbres, celebraciones, instituciones y la vida callejera y personas de Varanasi.
En 2010 recibió la mención honorífica del premio Paris Prix y los premios International Photo Awards por sus trabajos en Tailandia y Afganistán.