A mitad de la mañana se rompió el día. Fue al entrar a uno de los muchos asentamientos de migrantes africanos que asediaban los límites del Cabo de Gata bajo un mar de plástico. Chozas hechas con material sobrante de los invernaderos, entremezclados con tablas y cartones para intentar una verticalidad imposible, que soportase el peso de piedras y neumáticos para que aquello no volase al soplar el levante de Almería. Por dentro, el espanto; el olor, la miseria, el miedo. Roban agua de los aljibes de regadío para beber. Este era el hogar de los DESIGUALES -irregulares-, quienes un día decidieron venir a Europa para sobrevivir a sus esquilmados países.

Desde la más absoluta pobreza, nos recibieron al médico de la ONG Médicos del Mundo y a este fotoperiodista, ofreciéndonos un té caliente. No tenían nada. Tan sólo les quedaban sus dioses. Pero lo peor vino del lado opuesto, en El Ejido, en poniente y restaurante de estrella Michelin. Allí, una clase empresarial medieval explota de forma inmisericorde a esos “indeseables” náufragos provenientes del Sahara y del Mediterráneo. Uno de esos nuevos ricos me espetó de forma explícita: ¡Pues, que no hubieran venido! Sus pimientos se venden en Alemania.

Así comencé a perfilar este fotoreportaje. Me sentía dolido al contemplar mi país y me preguntaba a qué llaman patria los patriotas de bandera. La fotografía sirve para mostrar el mundo, pero también para hablar de él. Tenía que convertir lo cotidiano en algo extraordinario. Era el matiz que debía imprimir a la narración de la vida de todos estos excluidos del sistema, que han tenido la desgracia de caer al otro lado de las estadísticas.

Siguiendo el rastro que deja el poder cuando crea una sociedad sumisa y decadente, me adentré después en Valencia, para dar significado a los refugiados que a diario pasan por las instalaciones de Médicos del Mundo, donde reciben la ayuda humanitaria que el Estado niega a los parados de larga duración, gente sin

hogar, mujeres huidas por maltrato, “ilegales negros” e invisibles desahuciados y sin recursos. Todos con una increíble historia en sus ojos; tan sólo había que mirarlos de frente para intuirla. No había posibilidad de esconderse.

Dicen que todos los DESIGUALES se asientan en el Sur. No es verdad. El poder miente y por ello, mi curiosidad me llevó también al Norte. Con el asesoramiento de Médicos del Mundo y bajo el sol de Vigo, fotografié a mujeres violentadas, pobres de solemnidad, mendigos, lisiados dependientes, adictos a las drogas. Gente vulnerable y sin capacidad de reacción. El Norte también existe; pero en ese verano se jugaba la Copa de Europa de selecciones, y ahí se acababa todo.

Aún faltaba algo: la prostitución, la trata. Desde la sede de Médicos del Mundo en Toledo, recorrimos Castilla-La Mancha para buscar testimonios de mujeres protagonistas. Ya sabíamos que cuanto más atraso, más burdeles. Cuanta más ignorancia, más explotación sexual. Cuanta menos educación, más desigualdad. Pero en la carretera supimos que el poder impone el miedo para crear obedientes. De esta manera se cierra el círculo al que hacía referencia Rousseau sobre el poder: “Si el poderoso no corrige las desigualdades de su pueblo, estallará la revolución en las puertas de Palacio”. Llevamos tiempo haciendo méritos.

En el Día Mundial de la Mujer Africana puse fin a mi historia. Mujeres refugiadas, inmigrantes, “irregulares” en general, participaban con sus hijos, henchidos de felicidad, en una comida solidaria con juegos infantiles. Enseñaban a los niños el significado de la convivencia y la tolerancia, la que sus padres no han podido vivir. No necesitaban mesa para comer; sostenían el plato con su sonrisa y su alegría. Es España. Eso es todo.

Biografía

Carlos de Andrés es fotógrafo fotoperiodista y reportero documental. Con su experiencia, imparte talleres de Edición en esas especialidades en el Centro Internacional EFTI de fotografía; así como cursos, seminarios y proyecciones temáticas en muy diversos foros, siendo profesor adscrito al Máster de Fotografía aplicada por la Universidad Miguel Hernández de Elche.

Ha trabajado en las agencias Cover (España), Vu (Francia) y Getty Images (EEUU) en la actualidad, como colaborador. También en el staff del diario El Sol, El País Semanal y El Globo. Además de los estudios de fotografía Stampa y El Sótano, desde donde ha trabajado como fotógrafo freelance para todos los medios españoles y algunos de los más importantes del mundo. Sus fotografías están publicadas en más de ochenta libros de fotografía.

Ha realizado proyectos personales y colectivos para editoriales, agencia de publicidad, instituciones, fundaciones y empresas públicas y privadas; alguno de cuyos trabajos temáticos han pasado a pertenecer a la historia de la Fotografía en España. Sus fotografías han sido adquiridas y expuestas en museos, galerías y colecciones en España y en otros países como EEUU, Francia, Brasil, Italia, Reino Unido, El Salvador y Japón.

Ganador de una treintena de concurso y becas con reportajes y proyectos de temática comprometidamente social y contemporánea en la que aún está inmerso, como la propuesta de: “Juventud. Una Generación”, realizada a través de una visión personal y un recorrido transversal de la sociedad española más avanzada y desarrollada de su historia entre los años 1985 a 2010; con la intención de publicar un libro de fotografías como autor.

Recientemente ha publicado el libro “La Edición en Fotografía”, proyectado como un manual de selección de las mejores imágenes.