Photo: Andrew McConnell

Activities

Africa Day 2020


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Today is Africa Day, a continent facing great difficulties, but which is also a living and vibrant territory, with enormous resilience and fighting capacity. From the beginning, it has been very much present in our award, but perhaps not as much as it should be on the international agenda. That is why we are dedicating this space to make visible some of the stories that have come to us over the years through our winners, as well as a special collaboration from a member of the jury.

In spite of the passage of time, his images are still valid. The situations they portray continue to need our attention. They are a reminder that today more than ever solidarity must be multiplied.

Each photograph is accompanied by a text sent to us by its authors for this occasion.

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Viaje a la luz. 1998

With this series, Enrique Pimoulier Laspeñas won the second edition of the Luis Valtueña Award.

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Niños prisioneros en cárceles africanas. 2010

This photograph is part of a report that Fernando Moleres made in the prisons of Sierra Leone, with which he won the 14th edition of the prize. Every morning a handful of prisoners from Pademba’s central prison are taken to the criminal court. Many of them will need to go dozens of times before being tried, and it may be years before they receive a sentence. There are about 1400 prisoners in the central prison and about 35 were imprisoned as minors.

“Estas imágenes, que tuvieron gran repercusión mediática por este premio, otros como el World Press Photo o sus publicaciones en medios, en realidad, no ayudarán en nada a la situación de los menores encarcelados o su posible reintegración social una vez puestos en libertad. La difusión de información sin acción posterior, sirve de poco para las personas reflejadas en las fotografías”. ©Fernando Moleres

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Art in Movement. 2014

Photographer Ana Palacios, a passionate fan of Africa, has been documenting stories for years that give hope when everything seems to be broken. Simple stories like that of Hamuza, a boy who wants to be a dancer. He lives in Kibuli, a ghetto in Kampala. His mother, a widow, has six children, but can only pay for one school fee. Hamuza and his five siblings alternate and go to school one or two months a year so that all the siblings can go to school at some point during the year.

“El baile es mi vida y lucho a diario para llegar a ser un gran bailarín. Me veo como alguien que genera cambios positivos en la comunidad, que anima y apoya a los compañeros a cumplir sus sueños”. Hamuza/ El arte puede ser una herramienta muy poderosa para el cambio social y este salto es el símbolo de su energía, su reclamo y su fortaleza. Representa la transformación, la superación y el anhelo de un presente más elevado. ©Ana Palacios

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Rutas de inmigración. 2007

This photograph is from the report that Yannis Kontos made with the scholarship he received after winning the 10th Luis Valtueña Prize (2006). He travelled from the Canary Islands to Mauritania and Senegal, to try to understand why thousands of Africans seek to emigrate every year, even if it is as undocumented immigrants. Risking hard journeys in which, in addition to crossing cities, deserts and seas, they may be victims of human smuggling, or be sent home before reaching their destination.

Dreaming beyond borders. Un inmigrante indocumentado recién llegado a un centro de rehabilitación de la Cruz Roja. A su llegada a España, la mayoría de los inmigrantes tienen que ser hospitalizados durante varias semanas debido a la hipotermia y la deshidratación. ©Yannis Kontos

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La larga noche saharaui. 2009

The territory of Western Sahara is Africa’s last open archive in the United Nations Decolonisation Committee. Photographer Andrew McConnell visited it in 2009, with the grant he received after winning our prize, to photograph its inhabitants and denounce their unjust situation.

This is the portrait of Djimi Elghalia, 48 years old, vice-president of the Sahrawi Association of Victims of Serious Human Rights Violations Committed by the Moroccan State (ASVDH), photographed near the city of El Aaiún, in Moroccan-controlled Western Sahara (Sahrawi Arab Democratic Republic).

“Nací en Agadir, Marruecos, en 1961. Mi familia fue una de las muchas que huyeron del clima y las condiciones sociales del Sahara Occidental, para buscar trabajo en Marruecos. Muchos saharauis solían quedarse en nuestra casa y por eso mi abuela fue arrestada en 1984. Tenía sesenta años. Nunca la volvimos a ver. En 1986 me mudé a El Aaiún para trabajar después de graduarme en agricultura. Al año siguiente me detuvieron junto con otras quinientas personas por intentar organizar una manifestación sobre la independencia antes de una gran visita de las Naciones Unidas. Detuvieron a ochenta personas, entre ellas diecinueve mujeres. Me interrogaron y utilizaron la tortura física y psicológica. Me ponían productos químicos en el pelo que me hacían desmayar. Me electrocutaron en los brazos y la espalda y me mordieron los perros. Más tarde se reían y decían que no hay perros y que debo estar imaginando cosas. Es lo mismo que se ve en Irak, pero aquí no tenemos la atención de los medios para mostrarlo. Fui liberada en 1991 junto con 324 personas, algunas de las cuales habían sido retenidas desde la invasión, 78 eran mujeres.

Fue debido a la presión de organizaciones internacionales como Amnistía Internacional. De 1994 a 1998 nosotros, las víctimas, intentamos involucrarnos en el campo de los derechos humanos pero nos enfrentamos a un gran acoso. En 2005 creamos la Asociación Saharaui de Víctimas de Violaciones Graves de Derechos Humanos Cometidas por el Estado Marroquí (ASVDH). Las autoridades marroquíes impiden que la asociación funcione a pesar de que el tribunal nos permite trabajar. Trabajamos desde nuestros hogares utilizando Internet y recibimos visitantes internacionales, pero aun así Marruecos nos acosa y ahora los extranjeros no pueden visitarnos. Tenemos la convicción de que lograremos la independencia pero depende de la presión internacional.” Djimi Elghalia/ ©Andrew MacConnell.

Andrew McConnell: “When you realize what has been happening there, and which is still going on today, it is shocking. Thousands of Sahrawi refugees still live in refugee camps in Algeria today. The conflict with Morocco has never been resolved. This is a people without land, which cannot be photographed on its own territory and must not be forgotten”.

#AfricaDay