Presentación
El 29 de octubre de 2024, la Comunidad Valenciana sufrió las peores inundaciones del siglo en España: más de 220 personas murieron a causa de las riadas causadas por las lluvias torrenciales, y decenas de pueblos quedaron completamente destruidos. En el epicentro de este desastre se encontraba Paiporta, un pueblo de poco más de 27.000 habitantes, devastado por un aluvión de lodo que arrasó con todo.
En los días y semanas siguientes, el pueblo se convirtió en un símbolo de la catástrofe. Con el paso del tiempo, el barro de las casas se fue desalojando gradualmente gracias al esfuerzo de los vecinos, muchos aún conmocionados, y de miles de voluntarios que viajaron desde toda España. Pero la cantidad de barro que cubría las calles era tan inmensa que parecía interminable. Muebles, ropa, cuadros, electrodomésticos, documentos, juguetes… todo lo que había dentro de las casas acabó en el espacio público. Todo quedó en ruinas. Los objetos que antes llenaban las casas ahora yacían en la calle, esperando ser llevados a un vertedero.
La huella de la inundación era evidente en Paiporta como una cicatriz, midiendo la magnitud del desastre. Dentro de los edificios, una línea marcaba la altura alcanzada por el agua. El olor se intensificaba día a día. Las autoridades recomendaban el uso de mascarillas debido a los riesgos para la salud que representaban el barro, el agua estancada y el polvo en el aire. Las calles de Paiporta cambiaban gradualmente. Cada día algo cambiaba —a veces solo un poco, a veces más notablemente—, pero siempre con mucho esfuerzo.
La situación era de emergencia, y las preguntas, persistentes: ¿Por qué las lluvias pronosticadas tuvieron efectos tan devastadores? ¿Qué fue diferente esta vez? ¿Por qué nadie llegó a tiempo para evitar la catástrofe?.
Biografía
Fotoperiodista, embajador de Canon y redactor jefe de Sonda Internacional: un medio de comunicación sin ánimo de lucro especializado en periodismo visual sobre la crisis climática. Desde el inicio de su carrera, Santi se ha centrado en las migraciones y la ecología humana, intereses que provienen de su formación como sociólogo. Su trabajo ha sido publicado en las principales revistas y periódicos de todo el mundo, expuesto en decenas de ciudades y ha recibido numerosos premios nacionales e internacionales, entre ellos el World Press Photo, el premio Ortega y Gasset de periodismo y el Premio Nacional de Fotoperiodismo de España durante dos años consecutivos. En 2016 formó parte del equipo nominado por Associated Press al Premio Pulitzer de Fotografía de Actualidad, y en 2018 fue seleccionado por el Programa de Talentos 6x6 de World Press Photo en Europa. Además, formó parte del jurado de World Press Photo en 2023. Santi colabora habitualmente con la revista Revista 5W, la ONG Open Arms, y es profesor invitado en la Escuela Internacional de Fotografía EFTI, entre muchos otros. Colaboró frecuentemente con Associated Press entre 2014 y 2018, y también ha trabajado ocasionalmente como freelance con otros medios, como The New York Times, TIME Magazine, CNN y El País.

